Que las vidas se pierden, y entre minutos llegan a los sueños y empapan, y calan tan al fondo...que aun se puede sentir...el frío...
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De niño le encantaba andar a pata coja, alzar los brazos al cielo e ir dando brincos, imaginense la vergüenza cuando aún a los treinta siga intentando escapar del sentido
1 comentario:
frío insaciable y hambre penetrante... todo ello mezclado con calor humano para pasar la noche...
es un placer leer un trocito de ti
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