sábado, 6 de noviembre de 2010

Cálido

Y la sombra de las encinas,
que se extienden sobre mi tierra,
me recuerda,
que es allí donde debo estar.

Mas al fresco,
menos pensante,
sin tanto miedo,
sintiendo el aire.

1 comentario:

el ombligo del silencio dijo...

es extraño cuando de repente, el hormigón no abriga tanto como antes...