lunes, 24 de mayo de 2010

Ya sabía que no era Dios

Los yogures caducados,
los tengo todos situados
en la rejilla más visible del refrigerador.
Y todas las noches los miró,
y con una gran sonrisa les digo:
-Hasta mañana, mi gran amor.

1 comentario:

J. C. Cáceres dijo...

Ya me tienes preocupado, ¿eh?

¿Sabes la diferencia entre los locos y nosotros?

Que nosotros sabemos que lo estamos.

Un abrazo!