Patina en la pista de hielo de mi cabeza,
no para de hacer surcos, se clavan en mis adentros las cuchillas de sus pies.
Me entristece que sea primavera y que poco a poco se derritan las huellas.
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De niño le encantaba andar a pata coja, alzar los brazos al cielo e ir dando brincos, imaginense la vergüenza cuando aún a los treinta siga intentando escapar del sentido
1 comentario:
que la desesperación no se amotine compañero, el sol acabará saliendo, y de nuevo la distancia y el tiempo que dedicarás a dignificarte te ayudarán a partir cada tajada, a disfrutar cada bocado... a saberte merecedor de cada sonrisa que esbozes entre trago y trago, el sol saldrá y nos volverá a juntar a todos, aunque sea sin querer...
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