De niño le encantaba andar a pata coja, alzar los brazos al cielo e ir dando brincos, imaginense la vergüenza cuando aún a los treinta siga intentando escapar del sentido
sábado, 7 de noviembre de 2009
él
Él sumiso, y obediente haz la voz de su garganta, señalando castillos que volavan, crecia detras de las casetas de la feria , su madurez y perdicion, entre carnes de mujer, y sddddddd
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